El lugar de Cabañas de Ebro, situado en la comarca de la Ribera Alta del Ebro y en la margen derecha de este mismo río el cual atraviesa el termino en dirección Norte Sureste, fue conocido en su historia con los toponimos de Cabanyas, Cabannas, Cabammyas, Capannas y Capambis
Las referencias más antiguas nos remontan a épocas Ibera y Romana, tal y como lo testimonian los restos arqueológicos encontrados en el yacimiento denominado Camino de los Moros, y lo que queda de un Castellum de una Villa Romana localizado en las proximidades del municipio. Durante el siglo XII, y al menos desde 1211 hasta 1198, el lugar fue de realengo por presentar los siguientes Tenentes. Iñigo Galindez, Alto Orella, Lope Jimenez I de Torrellas, Ortiz de Albero y Martín Pérez de Vivel.
A lo largo de la primera mitad del siglo XV el lugar estuvo bajo diversas dominicaturas. En 1408 era de Luis Cornel de Pedro Boil alias «Ladrón», en 1423. En 1430 el lugar fue vendido por Luis Goscón a Juan Díaz de Aux y en 1442 el lugar paso a Miguel Homadas.
Desde 1455 y hasta la extinción de las señorías en el siglo XIX, Cabañas de Ebro estuvo bajo el señorío temporal de los Ariño y Funes y Villalpando, señores de quinto, entre otros títulos.
Durante la guerra de la independencia, uno de sus habitantes, aunque no nacido allí tuvo una participación muy activa en los Sitios de Zaragoza.
Se trata de la heroína Casta Alvarez, afincada en Cabañas y muy recordada y querida por toda la población, intervino en las luchas callejeras durante los momentos críticos de asedio a la ciudad, hecho que le otorgo gran popularidad. Condecorada con el escudo de defensor a la patria, sus restos fueron inhumados, con los de Agustina de Aragón en la capilla de la Asunción del santuario de Nº Sra del Portillo en Zaragoza.

Conforme a la Evolución Político Administrativa del reino de Aragón, Cabañas de Ebro formó parte del meridiano de Zaragoza siglo XIII, Sobrecullida de Tarazona siglo XV, Vereda de Tarazona siglo XVII y corregimiento de Borja hasta 1833. Con Ayuntamiento propio desde la década de los años 30. Desde 1830 formó parte del partido judicial de La Almunia de Doña Godina, y desde 1965 está integrado en el partido judicial de Zaragoza.
Respecto a su población, el lugar contó con población musulmana hasta el edicto de su expulsión en 1611, hecho que produciría un total descalabro demográfico, puesto que contando con 36 fuegos en 1609, fueron expulsadas 210 personas. En 1646 la población solamente ascendía a 18 fuegos. Hasta el siglo XIX no se produjo un crecimiento demográfico apreciable.
En 1857 existían 427 y 676 en 1970.
Hoy cuenta con 549 habitantes por lo que se encuentra en regresión demográfica.
La guerra civil 1936-1939 supuso un grave descenso en el aspecto demográfico.
Durante los años 50 y 60 Cabañas de Ebro al igual que toda la Ribera alta conoce un nuevo desarrollo interno, en todos los aspectos.
Además de la instalación de nuevas industrias, el Ayuntamiento mejoró las infraestructuras del municipio haciéndose esta mejora más evidente a partir de los años 80 con los nuevos Ayuntamientos Democráticos donde no sólo mejoran todas las infraestructuras sino también los servicios prestados a los vecinos.
Es obligado citar la implantación de la factoría General Motors en Figueruelas, que ha repercutido en esta población invirtiendo el proceso de decrecimiento demográfico y ha contribuido en la mejora del empleo aumentando la riqueza de sus pobladores.
El resultado final consiste en el mantenimiento sostenido de su actual desarrollo y creciente calidad de vida.
Heráldica.
En cuanto a sus símbolos, teniendo presente la historia de Cabañas y la no existencia de símbolos referentes al lugar se establecieron los siguientes símbolos para la creación del escudo.
Un lienzo de muralla de oro, en recuerdo de la presencia romana en el lugar; dos fusiles con bayonetas caladas de sable, evocando la Guerra de la Independencia, así como la estrella, también de oro, de cuatro puntas, representado a la heroína Casta Alvarez por la gran admiración que siente Cabañas hacia quien deseó vivir y morir en su tierra.
Por último, el esmalte azur queda integrado en relación a las aguas del río Ebro, que fecunda sus campos y posibilita el desarrollo normal de la vida. Como timbre se utiliza la corona del Escudo de España dada su desvinculación señorial en el siglo XIX.
Escudo de Armas.
Escudo cuadrilongo con base redondeada; cortado y enclavado de cuatro: primero, de azur, una estrella de cuatro puntas, de oro; segundo, de oro, dos fusiles con bayonetas caladas, en aspa, de sable. Al timbre la corona del escudo de España.
Bandera.
La bandera se diseña conforme a los esmaltes empleados en el escudo

